Y yo pues claro, pensé. ¿Qué sabrán ellas del cambio de las cosas?
Ahora si he pensado en todo lo que había cambiado, pero ese todo, era un todo muy pequeño.
Sigo siendo la misma. Sí, esa que se pone cinco despertadores para poder llegar con el tiempo justo a clase. La que no lleva nada de orden, nunca. No intentes buscar algo en mi bolso porque probablemente no lo encuentres. La que hace la maleta a última hora, a mogollón y llena de “por si”. Me encantan los por si. Son los propósitos que aunque no creas, tu subconsciente quiere llegar allí. Quiere conseguirlo.
Me sigo lavando el pelo cada vez que me ducho, porque soy de las que piensa o te acicalas entera o vas a medias.
Sigo llevando mi móvil en el bolsillo trasero del pantalón, si no lo llevo en la mano claro está. No soy capaz de conducir sin música, y me pinto las uñas por no comermelas, pero me como el esmalte. Me gusta el vodka con red bull, y la tortilla de patatas poco hecha.
Sigo
saliendo cada vez que puedo, mejor dicho, que quiero. Que no me voy a
quedar un San Valentín llorando porque no me van a regalar cuatro
tonterías, un ramo de flores, y una tarjetita en la que pone un
"para siempre". Pienso que los para siempre no existen. Por
ahora las tarde de manta y pelicula, las voy a seguir pasando sola, o
con amigas, que siempre son pocas.
Sigo
siendo la cabezota de siempre. La que no va a parar hasta conseguir
aquello que se propuso. Un día me propuse ganar la lotería; que no
cunda el pánico, todavía tengo tiempo. No soporto el compromiso,
pero no el sentimental, sino el de hacer las cosas por obligación.
Si no quieres hacer algo, pues lo dices y punto. Y quien no lo quiera
asía, pues que se joda.
Sigo
siendo la cobarde que no dice las cosas por no herir a los demás,
pero que cuando el vaso se llena, acaban haciendo daño. Luego
observé lo igual que seguía siendo, y en todo lo que había
cambiado a mi alrededor. Que yo soy la misma pero que el mundo gira.
Habían
pasado miles de personas por mi lado, algunas para quedarse; y
algunas que estaban, se habían ido. Mi pregunta es si se fueron
porque quisieron o porque las eché, y la verdad es que el motivo me
da igual, sólo se que ya no están.
Sigue
existiendo esa tía diez en la que piensas cada vez que escuchas esa
canción o ves esa película. La que te llamaba sólo con ver que
algo raro te pasaba. La que llegaba media hora tarde, o que ni
siquiera se presentaba. La que te presentaba a sus amigas, e incluso
te hacía de celestina.
Sigue
estando la que se preocupa porque tengas como ir a los sitios o
porque desde pequeña me enseñaron a no ser egoísta, aunque en
ocasiones sea ser "gilipollas". Sigue habiendo una valiente
dentro de ella, la que hizo que un día se liara la manta a la cabeza
y te dijera todo lo que pensaba de ti. No esperaba ni una simple
respuesta, sólo quería empezar a dormir tranquila, ya fuera contigo
o sin ti. Yo no se si tú no respondiste "si" a aquella
proposición tan indecente, si por vergüenza o por miedo, lo cierto
es que no has dejado ni un momento de arrepentirte por ello.
Sigue
vigente la teoría de que la tierra es redonda, y permiteme decir,
que por muchos caminos opuestos que toméis, acabareis coincidiendo.
Por mucho que os parezca el final, siempre habrá un comienzo.
Todo es eterno mientras dura. La vida está para disfrutarla no para vivirla