Freedom

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lunes, 7 de diciembre de 2015

Cansada de perseguir sueños rotos...

Y aquí estoy, poniendo un punto y final, y preparándome para un nuevo inicio. En una etapa donde cierro un capítulo que ya no hace más que doler. Durante mucho tiempo me encerré en mi mundo, en nuestro mundo; donde yo era tu princesa y tus errores, donde aprendías poco a poco a quererme mejor.

Quiero contarte que tú eres el hombre que al abrazarme me hacía sentir la mujer más protegida, cuando me mirabas en busca de una sonrisa sentía una paz que antes no conocía y cuando me suspirabas al oído un "Tu eres la única" surgía de alguna remota parte de mi cuerpo una inmensa seguridad. Quiero contarte como conseguías que temblara mi cuerpo cada vez que hacíamos el amor, o como cobraba vida mi piel cuando me besabas. Intentaré expresarte porqué a tu lado me sentía la persona más feliz de este jodido mundo cada vez que soñábamos con un futuro juntos... con nuestro futuro! Quiero hacerte entender lo fácil que era enamorarme de tus virtudes, pero más que nada, de tus defectos, porque eran sólo tuyos, te hacían único y especial.


De verdad que te sentía mío; mío cada mañana, siempre tenías un motivo para despertarme con una sonrisa. Mío cada tarde, por lo que tantas veces deseaba que pasarán las horas para poder abrazarte y decirte "Hoy te he echado de menos". Mío cada noche, por las cuales aquella niña ilusionada se vestía y se desvestía unas diez veces para estar perfecta para ti, aunque fueran dos minutos, puesto que al verte aquella insignificante ropa (que no hacía más que separar tu cuerpo del mío) acababa en el suelo a golpe de pasión. La cuestión es, que eras mío, eras mi ilusión, mis sueños, mis ganas, mi esperanza... ¿Que digo? ERAS TODO. Y tenías que ser para siempre, deseaba que fuera así....

Y ahora, aquí sentada e intentado desprenderme de todo aquello que me daba vida... Empiezo a entender que todo aquello, cada una de las respuestas, cada uno de los sentimientos que me hiciste experimentar, fueron únicos e irrepetibles, pues eres el gran amor de mi vida. Fuiste el hombre con el que aprendí a soñar, con el que experimenté la necesidad de que el día tuviera más que unas míseras 24 horas, fuiste tú quien me enseñó a olvidar al resto del mundo, porque estábamos tú y yo, y no necesitábamos más que eso, contigo conocí el amor.

Hoy sólo eme puedes caracterizar por mi terrible orgullo en el cual me he sumergido de un tiempo hacia aquí, es por eso que tengo a necesidad de explicarte los motivos de dicha actitud, deseo que entiendas porqué aquél día gris me despedí con un "Te amaba suficiente, como para haber pasado el resto de mi vida a tu lado, si no me hubieras dejado al margen"

Es por eso, que aun en contra de mis deseos, con el tiempo empecé a entender lo que suponía sentirse el ser más patético e insignificante de la humanidad, conocí el mayor dolor (el que se haya enamorado alguna vez estará de acuerdo conmigo cuando digo que el sufrimiento por amor es el más intenso), y también conocí la mayor humillación al ver que no eras "tan mío"... Así que a golpe de desilusiones y decepciones, también me enseñaste a ser fuerte y orgullosa, aprendí (con mucho esfuerzo, aunque suene algo idiota) a quererme un poco más a mí que a ti. Aprendí a dejar de lado nuestro futuro y empecé a marcarme el mío un futuro sin ti, puesto que al final nunca seremos dos. Así que con el tiempo aprendí a valorarme, a reconocer que merecía algo más que tu patéticos, aunque sinceros "lo siento".

Y después de tanto tiempo, encerrándome en mi burbuja e la que me negaba a decirte "adiós", me encontré en aquel café sacando fuerzas de donde ya no me quedaban despidiéndome de ti. Diciéndote que me iba para no volver, reconociendo, que ya no habría un "hasta luego". Porque se había acabado, porque debía desprenderme de tus besos, de tus te quiero, de todo lo que tu eras y significabas para mí. Y dolió. Sigue doliendo. Y probablemente dolerá mucho tiempo, pero, hice lo correcto ¿No? Y aunque ese pensamiento ahora mismo no sea capaz de consolarme, y aunque nos recuerde siempre, aunque te amé ( ¡ Mierda, te amo!), aunque no sienta más que miedo al ver que empiezo una nueva etapa sin ti, aquel día me cansé de perseguir sueños rotos...

Hoy sólo me queda decirte que sigas adelante, que vuelvas a enamorarte, que deseo que seas feliz, que vuelvas a enamorarte, que deseo que seas feliz, pero si aún me amas un poco... Hazme un favor! y no olvides nunca lo feliz que me hiciste y lo mucho que te amé, con lo bueno y con lo malo, siempre te amé.

+ Pideme lo que quieras - A ti

Si... Te saca de quicio... Esa manera que tiene de decir las cosas... Esos impulsos que le pierden... Si.. Te pone nerviosa... Por qué dice no? si en realidad está pensando -Y porqué no?.... pero claro que sí... es más ahora y aquí!- ...Por qué corta la conversación? si lo único que quiere es seguir hablándote... Incluso besándote... Ah, ya... Pero tu eso no lo sabes, sólo ves que cortó la conversación, sólo te quedas con ese NO contundente y rotundo que te soltó...

Y es que el es así, te vuelve loca, no lo hace queriendo, créeme, es así, el no quiere un cuento con final feliz, sólo quiere ser feliz mientras dura el cuento. No le interesan las princesas, ni las damas, ni los regalos caros ni por supuesto el dinero... Diría que su regalo favorito sería una tableta de chocolate con leche, una lata de cerveza, que le taparas con una manta un día de invierno mientras se ha quedado dormido en el sofá sin quererlo... No quiere que le elijas porque le necesitas, sino porque no le necesitas y aún así le eliges. No quiere estar a tu lado porque la silla de tu lado está vacía, sino que quiere que estando las butacas de tu alrededor llenas te levantes y le busques a el... Y que toca quedarse de pie... Pues de pie!, pero junto a el....

Y que te digo? Es así... Te desespera, te impacienta... Si te entiendo... Te irrita y te cabrea...Pero escúchame, el merece la pena... El no moriría por ti, haría algo más auténtico, el viviría por ti... Lo sé, le conozco, no es de los que quiere sin límite... El es de esos que cuando le pierdes te das de golpes contra el suelo... De los que crea hechizos de misterio, de los que hablan con los ojos, de los que cuando te sonríen el mudo se para. Y si eres tu la que le hace sonreír,  entonces... Entonces tienes un problema... Pues esa sonrisa es peor que una telaraña... te atrapa...

Y en el fondo, todo lo complicado que te parece... Yo te confirmo que es fachada... Y si aún tienes paciencia (que entiendo que la pierdas)... Mira por esa mirilla que ha dejado entreabierta... Lo ue más le gusta en este mundo es un beso en la frente, quedarse dormido en tus brazos, y ese mensaje que dejaste de escribir donde cada mañana decías "buenos días pequeño"...

Hazme caso, el te quiere, el merece la pena.... 

miércoles, 28 de octubre de 2015

Quiero estar soltera, pero contigo...

Quiero que vayas a tomarte una cerveza con tus amigos, para que al día siguiente tengas resaca y me pidas que vaya a verte porque te apetece tenerme entre tus brazos y que nos acurruquemos. Quiero que hablemos en la cama por la mañana de todo tipo de cosas, pero algunas veces por la tarde; quiero que cada uno haga lo que quiera durante el día.

Quiero que me hables sobre las noches que sales con tus amigos. Que me digas que había una chica en el bar que te ponía ojitos. Quiero que me mandes mensajes cuando estés borracho con tus amigos para que me digas chorradas, sólo para que puedas estar seguro de que yo también estoy pensando en ti.

Quiero que nos riamos mientras hacemos el amor. Que empecemos a reírnos porque estamos probando cosas nuevas y no tienen sentido. Quiero que estemos con nuestros amigos, para que me cojas de la mano y me lleves a otra habitación porque a no puedes aguantarte más y tienes ganas de hacerme el amor ahí mismo. Quiero intentar permanecer en silencio porque hay gente y nos pueden 

Quiero comer contigo, que me hagas hablar sobre mí misma y que tú hables sobre ti Quiero que discutamos sobre cuál es mejor, la costa norte o la costa sur, la playa o la montaña, Quiero imaginar el apartamento de nuestros sueños, aun sabiendo que probablemente nunca vivamos juntos. Quiero que me cuentes tus planes, es que no tienen ni pies ni cabeza. Quiero sorprenderme diciendo: "Coge tu pasaporte, que nos vamos".

Quiero tener miedo contigo. Hacer cosas que no haría con nadie más, porque contigo me siento segura. Volver a casa muy borracha después de una buena noche con amigos. Para que me cojas la cara, me beses, me uses como tu cojín y me abraces muy fuerte por la noche.

Quiero que tengas tu vida, para que decidas irte de viaje unas semanas por puro capricho. Para que me dejes aquí, sola y aburrida, deseando que suena el móvil con un Whatsapp tuyo diciéndome "Pequeeeee".

No quiero que siempre me invites a tus juergas, y no quiero invitarte siempre a las mías. Así, al día siguiente puede contarte como fue la noche y tú puedes contarme la tuya.

Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo que haga que, a menudo, me haga preguntas de mí misma, pero que, en el momento que esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas. Quiero que pienses que soy guapa, que estés orgulloso de decir que estamos juntos.

Quiero que me digas te quiero, y sobre todo, poder decírtelo yo a ti. Quiero que me dejes andar por delante de ti para que puedas ver cómo se mueve mi culo de lado a lado. Para que me dejes arañar las ventanas de mi coche en invierno porque mi culo se contonea y eso te hace sonreír.

Quiero hacer planes sin saber si al final los realizaremos. Estar en una reacción clara. Quiero ser esa amiga con la que adoras quedar. Quiero que sigas teniendo el deseo de tontear con otras chicas para que me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir contigo a casa.

Quiero ser esa ala que le haces el amor y después te quedas dormido. La que deja en paz cuando estás trabajando y a la que le encanta cuando te pierdes en tu mundo de música. Quiero tener vida de soltera contigo. Porque nuestra vida de pareja sería igual que nuestras vidas de solteros de ahora, pero juntos.

Soy afortunada, porque, a diferencia que mucha gente, yo ya te he encontrado.


miércoles, 14 de octubre de 2015

Voy a ser la mejor novia que hayas tenido jamás (solo porque me haces querer serlo)

Voy a ser la mejor novia que hayas tenido jamás. Sí. Voy a serlo porque quiero, porque tú lo eres conmigo. Me voy a reír de todas tus bromas, incluso si significa que seré la única riéndome contigo. Voy a sonreír cada vez que  nuestras miradas se encuentren, porque lo siento así. Voy a pasar mis domingos contigo, viéndote saltar de emoción cuando tu equipo favorito marque un gol, siempre que tu me acompañes a una librería de vez en cuando. Te voy a ayudar a preparar la cena, pero sólo si prometes ayudarme a limpiar después. Y si me quieres ahí contigo, veremos todas las películas de acción y superhéroes juntos, pero sólo si estás dispuesto a ver una comedia romántica conmigo. También voy a tomar cerveza contigo mientras me hablas de cómo te fue en el trabajo. Y cuando estés enfermo, voy a hacer mi mejor esfuerzo para hacerte sentir mejor con todas las caricias y besos que pueda darte. Y espero que tú hagas lo mismo.

Voy a darte tu propio espacio. Y espero que tú me des el mío. Voy a preguntarte que tal te ha ido el día  (no por rutina, si no por curiosidad), porque quiero saber qué partes de tu día te hicieron sonreír y cuáles te hicieron enfadar. Voy a sorprenderte en distintas ocasiones, y a mimarte diariamente. Igual que espero que tú lo hagas por mí. 

Prometo serte leal. Porque al final del día, eres el único que quiero. Voy a ser la que comparte tus esperanzas, tus sueños y tus miedos. Seré tu diario andante. Seré real, y prometo decirte las cosas como son. Porque no mereces menos. Haré lo posible por considerar tus pensamientos y sentimientos, y aunque no sea capaz de llenar tus zapatos de talla 43, haré mi mejor esfuerzo por caminar con ellos antes de juzgar tus pasos. Así que espero que tú trates de ponerte en mi lugar también. 

Voy a gritar y voy a llorar. Mis inseguridades y celos eventuales van a salir a la luz sin importar cuánto trate de esconderlas. Habrán ocasiones en las que no tendrán mucho sentido. Cuando esté confusa o preocupada, voy a hacer preguntas, muchas preguntas. A veces van a ser largas y estúpidas, así que voy a necesitar que seas paciente conmigo. Voy a darte largos silencios cuando esté enfadada, y voy a evitar contacto contigo cuando no esté lista para hablarte. También voy a hacerte enfadar, pero como no soy capaz de leer tu mente, voy a necesitar que me lo digas. Y mientras discutamos, voy a intentar considerar tus sentimientos y ser justa. Así que te pido que tú hagas lo mismo por mí.

Voy a tratarte como me gustaría que tú me tratases. Quiero ser todo lo bueno para ti, y aunque ya se que no siempre puede ser así, voy a esforzarme. No puedo prometerte que seré perfecta, pero como tu novia, voy a hacer todo lo que pueda para ser la mejor que hayas tenido jamás.

Sólo porque me haces querer serlo. 

domingo, 16 de agosto de 2015

Daría lo que sé por la mitad de lo que ignoro

Si todos los caminos llevan a Roma, ¿Cómo se sale de Roma?.

A veces pensamos demasiado y sentimos muy poco. Mi abuelo siempre decía: "que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida hará lo imposible por estar en ella". Aun que en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas. Olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos esta regalando algo que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos ¿sabes?. Y ahora estoy aquí y mañana, mañana no lo se. Así que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, si quieres algo de verdad, ve por ello sin mirar atrás. Mirando al miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro. Ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella. Así que no se que será de mi mañana. Pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo. Y los amigos, son la familia que elegimos, y yo te elijo a ti. Por ser el dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja. Apuesto fuerte por todos estos años a tu lado. Por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener porque celebrar algo. Y es que en este tiempo, me he dado cuenta de que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tu has echo infinito mi límite.

Así que te doy las gracias por ser la única persona de hacerme llorar riendo. Por aparecer en mi vida con esas sonrisa loca, por ese brillo en los ojos capaz de pelear contra un millón de tsunamis. Así que no, no se donde estaremos dentro de diez años. Ni se como se sale de Roma. No te puedo asegurar nada. Pero te prometo que pase lo que pase, estés donde estés, voy acordarme de ti toda la vida.

Y por eso mi luna va a estar siempre contigo. Porque tú, me enseñaste a vivir cada día como el primer día, como el resto de mi vida. Y eso, eso no lo voy a olvidar nunca. 

jueves, 6 de agosto de 2015

Corre.

Corre. Vete. No te quedes aquí. Dame la espalda y vete. Vete. Huye. Sabes que quieres irte. Súbete a ese tren que te alejará y vete. Te lo digo por tu bien, no te quedes aquí. Corre. Mira los árboles pasar por la ventana. Mira los pájaros volar en contra del viento. Quiero que te vayas, que disfrutes. Quiero que sueñes con lo que pudo ser y no fue. Quiero que pienses en lo que está siendo y pudo no haber sido. Quiero que pienses en mi mientras corres. Quiero que pienses en ti. Quiero que pienses en nosotros mientras huyes en dirección contraria a mi boca. Quiero que mientras llevas tu maleta a cuestas me imagines a tu lado. Quiero que mientras te subes en el tren me veas llorando. Corre. Mira ese paisaje que se evapora. Mira ese cielo que poco a poco se vuelve azul. Corre, quiero que corras como si el mañana no existiera. Quiero que tu aliento se esfume con mi esperanza. Quiero que tus ojos no miren nunca atrás. Quiero que tus ojos nunca miren al suelo. Pero quiero que sonrias mientras corres. Quiero que sonrias mientras duermes. Quiero que tu boca siempre tenga dibujado eso que tanto me enamora. Vete. Huye de todo esto que te hace llorar. Quiero que escuches la canción que hacen tus pies al golpear el suelo. Quiero que notes que no puedes más. Y ahí, justo ahí, quiero que sigas adelante. Sé que el tiempo se nos va, sé que se me acaban los besos, sé que se me acaban las miradas para dejar paso a los recuerdos. Así que corre, vuela, vuela alto, vuela bajo, da igual como vueles, solo saca a batir tus alas. Corre entre la gente, corre dando empujones, corre pisando a todo aquel que te encuentres por el camino. Solo corre. Pero por favor, mientras corres, recuerda que siempre estaré contigo, mientras corres quiero que sepas que todos mis suspiros, todas mis alegrías, han sido por ti, quiero que sepas que esto que siento es inexplicable y quiero que sepas que esto inexplicable se llama amor. Antes de que digas algo, solo quiero decirte que te quiero, y que por eso mismo, por que te quiero, porque me arde el pecho y suspira por ti y por tu boca, porque mis sonrisas van dirigidas a ti, por eso mismo, por que tu cuello es el centro de mi mundo, porque tus ojos son mi mundo entero, por eso mismo, quiero que corras. Sé que si te vas no volverás y si vuelves no te volveré a besar, pero vete, vete y no mires atrás. 

Corre, yo no puedo hacerte feliz.

lunes, 6 de abril de 2015

El tiempo sigue arañando mi corazón...

El tiempo sigue arañando mi corazón sincero. Y no me apetece soltar más lagrimas que se sequen cuando se rompen en el suelo. No quiero sufrir más por estos sentimientos que me empujan a un vacío desconsolador, sin besos.

Estás en cada uno de mis sueños y en cada uno de mis anhelos. Estás en mis ilusiones y estás en mis miedos. Estás al final de mi camino, en el horizonte de mi deseo. Sin embargo, yo quiero que estés aquí, en este momento. Y en todos los momentos. Y no te veo. No, no te veo.

¿Por qué es tan difícil? ¿Por qué no me atrevo a ir más allá de estos estúpidos textos? Tu sigues con tu vida y yo continuo mi paseo por la orilla de mi sombra, que oculta mi verdadero secreto.

Me encantaría que recogieras cada uno de los pedazos de mi corazón y los acariciaras haciéndolos tuyos. Quiero ser para ti y que me quieras tanto que le duela al dolor. Un agridulce dolor. Ojalá fuera así. Ojalá me atreviera a robarte un beso y a mirar hacia el futuro en tu mismo espejo. Un futuro de la mano, sin miedos.


No sé qué hacer, cómo hablarte, qué decirte. Si me atreviera a contarte cómo pienso, cómo amo, cómo deseo, cómo quiero... Si me atreviera a buscar en tus ojos lo que tanto, y tanto, y tanto sufrimiento me causa... Da lo mismo porque esto seguirá así, porque soy cobarde. Soy incapaz de atreverme a revelar mi auténtico yo. Soy como una tortuga pequeña en medio del desierto. Sin agua, sin fuerzas, sin seso. Dentro de un caparazón demasiado minúsculo y del que no sé salir, en el que poco a poco me muero. Necesito razones y tu mano para tirar de mí y demostrarle al mundo quee existo. Que existimos. Aunque sea en pleno desierto. Ojalá tuviera poderes mágicos y pudiera concederme a mí misma un deseo. Me conformo con un deseo. Conseguir un beso tuyo. Y es que lo necesito para saber que todo aquello por lo que estoy muriendo merece la pena. Porque tú lo eres todo y, sin ti, no me quedará el más mínimo recuerdo.

miércoles, 1 de abril de 2015

Perdón, olvido, discusiones.




Perdonar es una de las cosas más difíciles que hacemos en la vida pero hay una cosa que aun me cuesta entender y es que hay personas que esperan que realmente olvides, de hecho, hay muchas personas que confunden olvidar con perdonar. Las cosas no se olvidan; se enfrentan, se superan y se aprende a vivir con ellas. No tienes que mortificarte de ninguna manera ni mucho menos; es solo que si ya tienes la capacidad de pedir perdón o ser perdonado que es algo lo suficientemente complicado deberíamos entender que no superamos las cosas fingiendo que nunca pasaron. Las superamos, dándole un lugar en nuestra historia, ya sea en pasado o en el presente; pero no os antepongais y no empecéis a vivir en torno a los problemas.

Los problemas en nuestra vida no tienen porque tardar mas del tiempo necesario ya que pueden llegar a agobiarnos de maneras desproporcionales logrando que nos colapsemos y hagamos cosas que no queremos. Por ejemplo, cuando estamos enfadados, molestos, como lo querais llamar y estáis discutiendo, peleando con otra persona, normalmente decimos cosas sin pensar. Es que, simplemente no somos conscientes de lo que decimos, porque lo queramos aceptar o no, nuestro ultimo objetivo cuando estamos discutiendo o peleando con alguien es herir a esa persona mas de lo que esa persona nos hiere a nosotros.

La idea de las discusiones, obviamente en términos de peleas, es mostrarnos valientes y superiores a la otra persona. Pero la verdad, lo único que se logra en las discusiones con rabia, que no tengan fondo ni fin, es herir tanto a las otras personas como a nosotros mismos. Yo se que las discusiones y las peleas son necesarias, al fin y al cabo son parte de nuestra vida; si no existieran no podríamos desahogarnos de vez en cuando. Pero un consejo, cállate, es lo mejor que puedes hacer en caso de alguna discusión, es lo mejor que podemos hacer en caso de que una discusión se nos empieza a ir de nuestras manos; Hay limites, y tan claro esta, depende de como de importante sea o sean esas personas, aunque sinceramente, si estas discutiendo con esa persona es porque merecen tu tiempo. Si vas a discutir o a pelear con alguien al menos procura que este a la altura del conflicto.

Pedir perdón de ninguna manera es humillante, de hecho es algo muy noble, saber cuando te equivocas y querer remediarlo, eso es un acto de valentía; al menos lo estas intentando y eso tiene que valorarse de alguna forma. Pero no olvides esto, hay momentos para todo. Si de alguna forma los problemas están aun muy recientes creo que es hora de darse un tiempo y de pedir perdón pero no lo hagas cuando todavía hay rabia o tristeza, a veces debemos entrar en razón y tenemos que darnos cuenta que diciendo cosas horribles no vamos a llegar absolutamente a nada. Pidamos perdón y seamos perdonados cuando las heridas no estén tan expuestas y podamos tocarlas para curarlas o si no nos va a doler mas. Seamos conscientes, dejar que el tiempo pase solo te ayuda a vivir con eso, hablar las cosas y enfrentarlas hacen que sean una parte de tu vida, cura el alma, y el corazón.


Haciendo daño a los demás no nos volvemos mas valientes ni mejores seres humanos ni superiores y creo que el día que intentemos eso vamos a poder hablar sin que nuestro objetivo principal sea hacer daño a las otras personas o al menos no intencionadamente.

Amor a distancia.

Extrañar es una manera de anhelar momentos. Es una manera de esperar personas. Es una perdida de costumbres. Si no te has acostumbrado a algo es muy difícil extrañarlo ya que no perteneció el tiempo suficiente a ti como para crear una ausencia o un vacío. Debes querer o al menos anhelar para poder crear una sensación de desalojo. Es complicado adaptarte a la idea de perder o dejar algo que realmente te importa. En lo personal a mi me cuesta mucho trabajo darme cuenta, es decir, para mi no es la realidad hasta que ya ha pasado un buen tiempo; ya que estoy tan acostumbrado a algo, me apego emocionalmente y me cuesta trabajo aceptar que tal vez no es todo como yo quiero ya de que alguna manera mi cerebro bloquea de alguna manera el estar sin esa persona a la que amo.

Para mantener un amor a distancia hay que ser absolutamente honestos; hay que ser total y completamente valientes. Creo que lo que más coraje me da de estas situaciones es el hecho de querer estar con alguien y no poder hacerlo. Hay días en los que literalmente mataría por un beso de la persona a quien amo. Pero aparte de todos los contras, el peor, es que están lejos. Tienes que abstenerte de decirle y hacer muchas cosas con esa persona, desde una cena hasta a una mirada.

Creo que más que cualquier cosa, lo que más me cuesta a mi de esto es el hecho de la paciencia. Saber que lo vas a ver pero no saber cuando, o peor aun, no saber siquiera si lo vas a volver a ver. Tienes que tener una paciencia y una confianza increíble. Una vez tengas eso, ponte en tu lugar, se fuerte y lucha por el amor que crees que es invaluable.

Creo que con el tiempo vamos descubriendo que amar a una persona es una de las sensaciones mas bonitas que hay. Estés en la posición que estés, quieras o no, vas descubriendo nuevas formas de amar y de sentir. Vas descubriendo sentimientos y la verdad, creo que no hay nada más emocionante que sentir cosas nuevas; cuando no has amado y lo haces puedes confundirte, pero confundirte crea dudas y no te deja pensar. Es una manera de buscar respuestas y llegar a la conclusión. Me refiero a que muchas veces fuimos muy incrédulos y también muy cabezones con muchos temas, precisamente porque tal vez en algún momento de nuestra vida pusimos en duda el hecho de poder amar o querer a alguien ya que muchas veces por diferentes razones solo queremos darnos por vencidos y peor aun, darnos por vencidos antes de intentarlo porque damos por hecho que no lo vamos a lograr.


El amor en su totalidad, sea donde sea, en cualquier parte del mundo, es una gran experiencia porque aprendes, quieres y de alguna manera te haces mucho mas maduro.

viernes, 13 de marzo de 2015

Tu sigues, y el mundo gira.

El otro día en el autobús, si ese sitio tan pintoresco donde lo mismo te encuentras a la pareja de abuelitos felices, o un chaval con gafas de culo de vaso, que el máximo amor que ha sentido ha sido por su Xbox, me encontré a dos muchachas que rozaban los quince hablando de lo mucho que habían cambiado. Son las típicas conversaciones que no te interesan, pero que te dan que pensar.

Y yo pues claro, pensé. ¿Qué sabrán ellas del cambio de las cosas?

Ahora si he pensado en todo lo que había cambiado, pero ese todo, era un todo muy pequeño.

Sigo siendo la misma. Sí, esa que se pone cinco despertadores para poder llegar con el tiempo justo a clase. La que no lleva nada de orden, nunca. No intentes buscar algo en mi bolso porque probablemente no lo encuentres. La que hace la maleta a última hora, a mogollón y llena de “por si”. Me encantan los por si. Son los propósitos que aunque no creas, tu subconsciente quiere llegar allí. Quiere conseguirlo.

Me sigo lavando el pelo cada vez que me ducho, porque soy de las que piensa o te acicalas entera o vas a medias.

Sigo llevando mi móvil en el bolsillo trasero del pantalón, si no lo llevo en la mano claro está. No soy capaz de conducir sin música, y me pinto las uñas por no comermelas, pero me como el esmalte. Me gusta el vodka con red bull, y la tortilla de patatas poco hecha.

Sigo saliendo cada vez que puedo, mejor dicho, que quiero. Que no me voy a quedar un San Valentín llorando porque no me van a regalar cuatro tonterías, un ramo de flores, y una tarjetita en la que pone un "para siempre". Pienso que los para siempre no existen. Por ahora las tarde de manta y pelicula, las voy a seguir pasando sola, o con amigas, que siempre son pocas.

Sigo siendo la cabezota de siempre. La que no va a parar hasta conseguir aquello que se propuso. Un día me propuse ganar la lotería; que no cunda el pánico, todavía tengo tiempo. No soporto el compromiso, pero no el sentimental, sino el de hacer las cosas por obligación. Si no quieres hacer algo, pues lo dices y punto. Y quien no lo quiera asía, pues que se joda.

Sigo siendo la cobarde que no dice las cosas por no herir a los demás, pero que cuando el vaso se llena, acaban haciendo daño. Luego observé lo igual que seguía siendo, y en todo lo que había cambiado a mi alrededor. Que yo soy la misma pero que el mundo gira.

Habían pasado miles de personas por mi lado, algunas para quedarse; y algunas que estaban, se habían ido. Mi pregunta es si se fueron porque quisieron o porque las eché, y la verdad es que el motivo me da igual, sólo se que ya no están.

Sigue existiendo esa tía diez en la que piensas cada vez que escuchas esa canción o ves esa película. La que te llamaba sólo con ver que algo raro te pasaba. La que llegaba media hora tarde, o que ni siquiera se presentaba. La que te presentaba a sus amigas, e incluso te hacía de celestina.

Sigue estando la que se preocupa porque tengas como ir a los sitios o porque desde pequeña me enseñaron a no ser egoísta, aunque en ocasiones sea ser "gilipollas". Sigue habiendo una valiente dentro de ella, la que hizo que un día se liara la manta a la cabeza y te dijera todo lo que pensaba de ti. No esperaba ni una simple respuesta, sólo quería empezar a dormir tranquila, ya fuera contigo o sin ti. Yo no se si tú no respondiste "si" a aquella proposición tan indecente, si por vergüenza o por miedo, lo cierto es que no has dejado ni un momento de arrepentirte por ello.

Sigue vigente la teoría de que la tierra es redonda, y permiteme decir, que por muchos caminos opuestos que toméis, acabareis coincidiendo. Por mucho que os parezca el final, siempre habrá un comienzo.

Todo es eterno mientras dura. La vida está para disfrutarla no para vivirla




No lo pienses ni un segundo.

Y ahora corre, gilipollas. Sal de casa, no te cojas las llaves, ¿para qué?. Coge la cartera, que la cosa no está barata para ir mendigando. Plántate en la estación y coge el primer tren que encuentres. “Qué le digo”, “Qué hago”, “No tendría que haber hecho esto”, ‘Tendría que haber dicho que SÍ’. Quítate esas mierdas de la cabeza, los viajes en tren están hechos para poner los pies en el asiento de enfrente y que el revisor te eche la bronca. Para ir escuchando vuestra canción favorita. Para quedarte dormido en el hombro de la viejecita de al lado. Espera a que se abran las puertas y vuelve, vuelve a correr, maldito gilipollas. Esquiva a la gente, ábrete paso, empújala si hace falta, que se jodan, ellos no tienen tus ganas, ellos están muertos por dentro. Qué sabrá toda esta gente del amor. Llama a su timbre, pues claro que no puedes esperar. La puerta está abierta, sube las escaleras de tres en tres, tropiézate si hace falta. Haz ruido, mucho ruido, tienes una puta filarmónica en el pecho y no te da la gana de callarla. Allí está. Mirándote. Atónita. Qué guapa está. Cógele la cara con las manos y cómele la boca. Cómesela como si llevases meses sin desayunar. Con ella.

Eso es lo que ella piensa que harías, lo que estaría bien hacer.


Pero lo que haces de verdad es muy diferente. Te quedas mirando esa pantalla del móvil, esa conversación en la que lo único que haces bien es escribir las tildes para quedar serio. No arriesgas. Y quien no arriesga no gana. Y tu la acabas de perder. Acabas de perder aquella chica a la que conociste por casualidad y la que te dio ganas. ¿De qué?, de lo que sea, pero te hizo avanzar.

Así porque si.

Recuerdo cuando dijiste, que por una vez en la vida, hay que cambiarle la vida a alguien; como Albert Einstein, que decía que si pasas el resto de la vida de un pez enseñándole a trepar a un árbol, pasaría el resto de su vida pensando que es un inútil. A eso me refiero. A que todos tenemos un lugar donde ser brillantes, pero el día que la humanidad entienda que el físico es secundario, se dará cuenta de porque de un regalo siempre tira el envoltorio. Por eso no es la mirada, es quien te mira, como cuando sientes algo que nunca has sentido y lo mejor es averiguar que es.

Y es que muchas de las mejores cosas de la vida son aquellas que nadie ha descubierto antes, como aquel desierto que ahora todo el mundo llama Las Vegas, o como conectar a todo el planeta entero a través de un hilo y llamarlo Internet. Y tranquilo, que no son las veces que te caes, es como te levantas. Que merece la pena luchar por aquello que te haga sentir vivo, porque no hay nada que merezca tu alegría que se consiga sin esfuerzo.

Prométeme que correrás bajo la lluvia y demostraras al mundo entero de todo lo que eres capaz, que yo ya se que la gente entra y sale de nuestras vidas casi tantas veces como aire respiramos, pero te tienes que quedar con quien te baje las estrellas y no con quien te haga soñar con ellas.

¿Sabes como reconocer a alguien especial? Por los abrazos. Porque cuando te dan uno de esos abrazos, que hacen que se detenga el tiempo y que suspires profundo deseando que ese instante sea eterno, cuando eso sucede, me doy cuenta de que todo es posible. Y ahí es cuando me acuerdo de ti, que tendemos a cometer ese grave error de esperar a que ocurra algo tan caótico que le de la vuelta a la vida para dar el paso, para arriesgarse, probar cosas nuevas, decir TE QUIERO, sentir, enamorarse, vivir.

¿Que tal un así porque si? Porque me apetece aquí y ahora contigo. Que al miedo hay que mirarle de frente y a los ojos y así puedes dejarte llevar por ese puto motor que te late en el pecho, que toda pesadilla tiene su despertar, porque el valor es el resultado de un gran miedo y tu has llegado a mi vida como los superheroes, dispuesto a quitármelo. No me rindo porque se que te prometí que nunca lo haría.


Solo quería decirte que tampoco se como se sale de Roma, pero si lo supiera, pasearía todos sus caminos contigo.

jueves, 12 de marzo de 2015

Eternos e infinitos

Tu y yo. Juntos. En mi cama bajo las mantas.
Te tengo acurrucado dormidito a mi izquierda y no sabes la ternura que me provoca. Eres un angelito, si de por si eres adorable, cuando duermes mas aún. 

Estas malito, no me gusta verte así, y menos por mi culpa, se me parte el alma.

No ceso de acariciarte el pelo mientras tienes una respiración agitada, mientras lo hago, me paro a pensar. Tres meses, los tres mejores meses de toda mi vida. ¿Como una persona que ni conocía en tan poco tiempo se ha podido convertir en algo tan importante para mi? eres el principal pilar que sostiene mi vida.
Simplemente, mirandote, a pesar de que sigas durmiendo me doy cuenta que no necesito otra cosa que no sea estar contigo para ser feliz, cada día necesito tus besos, tus abrazos, tus susurros, tus sonrisas, si, esas que son el motivo de todas las mías , te necesito a ti.

Sé que cada día que te vea voy a tener garantizada la felicidad y el no cesar de sonreír . A pesar de que pasemos por altibajos y malas rachas, no imagino una vida en la que todo ello no este a mi lado, en la que me despierte cada mañana y con legañas en los ojos no abra tu conversación para decirte un "buenos días pequeñito" y en la que no me tope con un "buenos días enana".

Se que es pronto, que ninguna historia es eterna ni infinita, que somos demasiado jóvenes y nos queda mucho que vivir y por lo que pasar, pero contigo me paro a pensar. ¿Como será el día en el que te canses de mi y me digas que no quieres seguir a mi lado?  si eres mi vida entera. Mi vida carecería de sentido. 

No seria lógico ni normal pensar en un futuro lejano juntos, tu y yo haciendo nuestra vida el uno apoyándose en el otro, pero ¿sabes que? pagaría millones, mataría si hiciese falta por ello, porque hoy por hoy no se vivir sin ti,  y este sentimiento cada día crece más y más así que se, que cuando llegue ese momento, ya no habrá motivo para seguir, pero hasta entonces pienso aprovechar y disfrutar cada momento y cada segundo que la vida me brinde a tu lado, porque llegaste cuando más te necesitaba y no te pienso soltar jamás.

Te quiero por encima de cualquier pero pequeñito mio ❤

lunes, 9 de marzo de 2015

Huir hacia lo infinito.

Conozco lo que siento. Sé lo que soy. Y desde hace un tiempo, vivía feliz, inmersa en mi sueño. Hoy me han despertado a golpes de el. La intolerancia, la injusticia y la insensatez han abierto la puerta sin llamar y se han llevado toda mi ilusión.

No sé si lograré volver a dormir y soñar de nuevo. No sé si conseguiré ilusionarme otra vez. No sé si esto sólo ha sido un puñetazo de realidad en pleno estómago de mi fantasía.

Necesito sentirle cerca. Olerle. Tocar las yemas de sus dedos y buscarme dentro de sus pupilas. Pero sé que la única manera de aproximarme a el será a través de los recuerdos. Intangibles y espaciados recuerdos. La única verdad que nos queda.

En estos momentos, sólo quiero huir hacia lo infinito. Atraparlo en la distancia y llevármelo hasta el horizonte más lejano. Escaparnos de todo y de todos. Creernos los únicos supervivientes de un huracán de decisiones.

Sin embargo, estoy sola. El se ha ido. Está atado de pies y manos. Encadenado por la sinrazón de quien debe protegerle. Yo le protegería con besos y caricias, pero no tengo poder para atravesar esas barreras.

Buscaré en la melancolía mi pañuelo y me secaré las lágrimas con su sonrisa.

No me queda más remedio que ser paciente y que los días curen mi tristeza.





sábado, 31 de enero de 2015

Si no tuviera...

Si no tuviera una cadena que limita mis movimientos, podría alcanzar el sueño de amar. De cogerte de la mano sin miedo y recorrer contigo el mundo sin que nadie nos moleste. De perderme en tus ojos y decirte que te quiero, que no puedo pasar ni un día sin ti,

Si no tuviera pánico a escuchar tu respuesta, sería capaz de gritar en nuestros silencios que te amo. De saltar la barrera que nos separa, que condiciona todo lo que siento por ti. Me impondría a cualquier adversidad si supiera qe tu corazón dice lo mismo que el mío.

Si no tuviera razón al creer que lo nuestro no es que sea imposible, es que solamente es imposible, pensaría que dos más dos pueden ser cinco u que los globos también vuelan sin helio. Que las gaviotas saben vivir lejos del mar y que las nubes lloran porque no las dejan ver el sol.

Si no tuviera un secreto en el que me dedicara a esconder lo que siento, escribiría en tus sábanas mi pensamiento. Anotaría cada dictado en tus labios e imaginaria que cada beso es el mejor que has dado nunca. Dibujaría una línea infinita en tu espalda que hiciera que me perdiera en lo más profundo de tu horizonte.

Si no tuviera tantas ganas de quererte, abandonaría esa idea en un instante, Derrocharía mis lágrimas en intrascendentales historias de mi estúpido día a día. Buscaría un armario del que sacar toda la ropa que nunca me pongo. En realidad, moriría si ya no me quedaran ganas de quererte.


Alguien que me rescate

Que venga a por mí y me recoja en sus brazos amables.
Que me diga que hoy soy especial. Que no haga que me esconda de lo que llevo dentro. Que me apriete fuerte y me sonría con ternura y amor.

¿Hay alguien que me quiera por ahí?

Mi secreto pesa. Lo llevo atado al cuello con una soga que cada día aprieta un poco más. Siento esa cuerda invisible cuando cierro los ojos y cuando los abro. Cuando miro, cuando ando, cuando tiemblo y cuando estoy en mi cuarto en la soledad de una noche que no me deja dormir.

Quisiera ser feliz pero no puedo. No puedo. No puedo.

Y le prometo a todo el mundo que quiero: quiero ser feliz. De verdad. Pero ¿puede serlo alguien sabiendo que no puede tener lo que más desea?

Debo conformarme. Pasar a otra página del libro: Ignorar lo que dicta mi corazón. Decidir de una vez por todas que todo está perdido.

Admitir el final.

Sin embargo, no es tan sencillo renunciar. No es nada fácil olvidar que lo que sientes no se va a ir, que se va a quedar.

Y mañana al despertar volveré a sentir la misma impotencia y la misma angustia por seguir sintiendo lo que siento.


martes, 27 de enero de 2015

Complicidad.

Imagínate Tu y yo. Juntos. Desnudos. En una cama. Piel con piel. Acariciándonos, besándonos, mirándonos De repente te empiezo a lamer el pecho, y el abdomen, y te pego un ligero mordisquito en el pezón Te pone, mucho, pero te picas. Una sumisa no tiene derecho a hacer eso. Me tiras contra la cama, me agarras una pierna y me pegas una fuerte palmada en el muslo. Me vendas los ojos. Poco a poco me siento mas débil Ya no te veo. Aunque si puedo tocarte y acariciarte. Aunque sepa que por poco tiempo. Me atas las manos en el cabezal de la cama. Ahora solo puedo sentirte. Sin más. No se que vas a hacer ni en que momento. Me susurras. Me muerdes. Me estremezco. Quieres escucharme gritar de placer pero a la vez quieres que me sienta absolutamente débil y dependiente de ti. Decides taparme la boca. Podrás ver lo que disfruto en mi forma de retorcerme encima de la cama. En la forma en la que desencaje las sabanas del sitio, en la forma en la que el simple movimiento de mi cuerpo te suplique a ti. Sigues acariciando. Y cuando menos me lo espero pero mas lo deseo me la metes. Fuerte. Duro. Y empiezan las envestidas. Quiero tocarte. Sentirte. Acariciarte. Morderte. Pero no puedo y eso no sabes lo que me frustra y desespera. Soy una sumisa. Tu sumisa. Solamente tuya. Y sabes que? Eso me pone demasiado. Eres mi amo. Mi señor. Mi dueño. Tienes absolutamente todo el poder sobre mi. Y el poder de decidir si quieres que goce y disfrute o no. Suena el cabezal de la calma golpeando y rebotando contra la pared. Parece que la vamos a partir. Cada vez más duro. Más fuerte. Quiero gritar. Quiero descargarme. Pero no puedo. Empiezo a retorcerme por la cama. Llega uno de tantos orgasmos de los que voy a tener y eso te gusta. Me da la sensación de que estas sonriendo victoriosamente. Te gusta ver mi forma de sumisa disfrutando tanto y llegando a tales extremos y comportándome como una cerda. Y sigues. Y sigues. Y sigues. Ansío tocarte. Pero no puedo. El amo es sagrado. Nadie le puede tocar y menos la sumisa. De repente aumentas la intensidad. Estas a punto de llegar. Lo noto. Noto tus gemidos. El inicio de tu orgasmo. Y de repente lo noto. Tu semen. Tu corrida. Tu yo entero. Dentro de mi. Caliente. Te paras sin sacarla y mi abrazas. Me destapas los ojos y la boca. Intento decirte lo mucho que me ha gustado pero me callas con un beso. Cuanto placer. Cuanta confianza, complicidad, sentimientos y emociones juntas. La sacas. Me desatas. Y nos quedamos juntos. Abrazados en la cama. Felices. Piel con piel. Sabiendo que dentro de unos minutos volveremos a repetir.

lunes, 26 de enero de 2015

Amor improvisado:

Por mucho que queramos disfrazarlo, ocultarlo, evitar hablar de él..., el amor es lo más importante que existe en el universo. Y los jóvenes lo vivimos con más intensidad, con más pasión y con más ansiedad que el resto del mundo.

No lo pienso sólo ahora, que estoy enamorada y soy correspondida. Lo he pensado siempre, aunque no siempre lo haya reconocido.

Algunos jóvenes se enamoran en secreto y les cuesta dar el paso definitivo. Otros disfrutan de una relación que nos parece que será para siempre. Hay adolescentes que no encuentran a su media naranja y prueban otras hasta que dan con la definitiva. Incluso, muchos chicos discuten y rivalizan con otros chicos por el mismo amor.

De lo que estoy segura es de que hay una persona destinada para cada uno de nosotros.

Y no nos debemos conformar con sentir a medias o gustar. Debemos buscar a la persona que nos quiera de verdad y por la que nosotros daríamos la vida.

Tal vez, para eso, haya que llevarse algún chasco y sobrevivir a varios naufragios. Pero a lo mejor ese que rema hacia ti y que te lanza el salvavidas para salir a flote es justo la persona a la que tanto estabas esperando.

Si hay algo que lleva consigo el amor es improvisación. En todos sus aspectos. No eliges de quién te enamoras. Ni puedes elegir que alguien se enamore de ti. Cuando descubres que algo falla o que algo no está en su sitio, toca improvisar también. E improvisas cuando el beso es diferente al que esperabas o su voz interior es diferente a lo que dice con la boca.

El amor no envejece, eres tú el que se hace mayor. El amor no discute, eres tú el que le lleva la contraria. El amor no se pierde, eres tú el que no encuentra el camino. El amor no tropieza, eres tú el que pone obstáculos.

Fíate de tu corazón cuando pienses con la cabeza. Enamórate sin miedo, sin trabas. Enamórate regalándote una oportunidad de querer a alguien. Porque, en cuestiones de oportunidades y de amor, tú eres el único que realmente sale lo que quiere.


Piénsalo.

Rachas

¿Qué puede llevar a una persona a hacerse daño a sí misma?

¿Falta de personalidad, debilidad, cobardía, valentía, desesperación, inconsciencia, locura, querer llamar la atención, osadía, pedir auxilio...?

No lo sé.

Posiblemente, ninguna de esas cosas, todas a la vez o mil razones diferentes más que no consigo recordar o no me atrevo a señalar aquí.

La decisión de cortarse, autolesionarse o intentar asfixiarse o ahogarte no debe de ser nada fácil. Y conocer a personas que han pasado por eso tampoco.

Es muy duro para todos. Pero sobre todo es duro para quien lo sufre y sigue viviendo inmerso en su tortura. No me imagino cómo debe de sera el momento en el que eliges el método, el minuto y la manera. ¿Subirá la adrenalina o te morirás de miedo? ¿Temblarás?

Cuando das ese paso adelante, estás dando varios hacia atrás. Ya nada en tu vida será lo mismo, y las personas que se enteren de lo sucedido nunca más de mirarán de la misma forma. Te conviertes en una especie de cristal de Bohemia. Te vuelves frágil. Te rompes con más facilidad y todos tienen más cuidado para no ser los causantes de esa rotura.

Por desgracia, vivimos en un mundo en el que nos equivocamos y perdemos el rumbo más veces de las que deberíamos. Y una historia calca otra historia. Y un impulso sirve para crear otros impulsos. Demasiado iguales, demasiado comunes. Copiamos más lo negativo que lo positivo.

Me gustaría hablar con todas las personas para decirles que existen soluciones. Otra manera de encarar la vida, aunque nada logre hacerte feliz. Aunque te veas perdido en un lugar que ni siquiera es el tuyo. Aunque el poco aliento que te queda no te sirva ni para respirar adecuadamente.

Si he aprendido algo en los pocos años que tengo es que me quedan muchos años por vivir. Aunque suene redundante. La vida es una cuestión de rachas. De rachas de todo tipo. Y si eliges el camino malo, siempre habrá tiempo de volver al bueno o de seleccionar otro camino más adelante. Puede que, esa vez, el camino, sea mejor.

A esas personas, si pudiera hablar con ellas, les pediría que no se rindan nunca. Que piensen en ellas, que piensen en los demás. En todos esos que les quieren. Que se atrevan a pensar, Que se atrevan a desafiar a la vida, Que se atrevan a no tener miedo. Ganarás, perderás..., pero no arrojarás todo por la borda.

Respeto mucho a las personas. Respeto lo que deciden. Respeto lo que hacen. Siempre lo haré. Porque sé que vivir es difícil y porque sé que en ocasiones lo único que te sale de dentro es tirar la toalla.


Pero toca luchar. Toca hacer frente a los problemas. Porque si luchas y haces frente tienes más posibilidades de encontrar lo que yo acabo de encontrar: a esa persona que te convenza de todo esto que acabo de escribir.

Frustración;

Las cinco y cuarto de la mañana y aquí sigo despierta. Hace un par de horas que no paro de darle vueltas a todo lo acontecido y no me puedo dormir. Si supiera cómo hacer que las cosas funcionaran bien, cómo evitar el sufrimiento de la gente que tengo a mi alrededor, no dudaría ni un segundo en actuar de otra manera. Los problemas se amontonan en mi cabeza a estas horas de la madrugada, sintiéndome culpable, aunque sé que estoy más próxima a ser inocente. Me hacen daño las palabras simples, los gestos complejos y los pensamientos que se vuelven invisibles. Me enredo en las sábanas de mi cama, mirando al techo e intentado buscar una salida que me guíe a la respuesta adecuada. Quisiera contemplar el mundo desde muy arriba, donde nadie me pueda herir, hacerme daño. Sin embargo, continúo aquí. Pensativa, llorona, más sensible, perdiendo la confianza que últimamente había logrado reunir.

Cada día todo se complica más y mis problemas me atrapan en el tiempo, que se hace eterno. ¿Para qué queremos tanto tiempo si lo vivimos sin lucir una sonrisa? ¿Por que no somos capaces de avanzar sin necesitar ser necesarios? ¿Desde cuándo somos tan débiles para dar por bueno que el rumbo elegido no es el que nosotros escogemos?

Son tantas preguntas las que le hago a mi pobre almohada que apenas noto la humedad de las lágrimas que se deslizan por mi cara de vez en cuando.

Llorar desahoga. Aunque llorar de frustración enferma los sentidos.

Hacer lo correcto no sólo depende de uno mismo y no siempre decir la verdad nos alivia. La verdad duele, la verdad se esconde, en ocasiones, en una maleza de palabras tan espesa que es imposible tirar de ella para sacarla. ¿Merece la pena decir siempre la verdad?

Sé que no soy perfecta; que estoy más cerca del error que del acierto de la naturaleza. No pretendo llevar siempre la razón, ni que las personas más cercanas a mí me digan que sí a todo. Pero trato de ser honesta. Lo que hago, lo hago de corazón, sin moverme entre las sombras. No manipulo, ni busco segundas intenciones. Si guardo un secreto, es porque tiene que ser guardado. Si confiese un pecado, es porque debe ser confesado. Sin evoluciones extras, sin formas desconocidas.

Necesito soluciones. Respuestas. Deshacer el puzle y volverlo a hacer, colocando bien las piezas. Necesito una canción con estribillo alegre y una película que tenga un bonito final.

Necesito ser feliz de una vez por todas. Despertarme por las mañanas animosa y dormir por las noches sin desvelarme. Soñar con imposibles cercanos y recrearme en sueños que me alejen de la realidad.


Es eso, felicidad. Lo que le falta a mi vida es felicidad. Y no llorar más de frustración, sino derramar lágrimas de alegría.

viernes, 9 de enero de 2015

Falsas opciones;

¿Realmente conocemos a las personas como creemos?
¿Es posible que alguien cambie tanto de un día para otro como para acabar no reconociéndole?
Después de mis últimas experiencias tengo que decir que sí, que es posible. Es muy duro, y si, además es alguien a quien queremos, duele más.
A lo mejor, lo que sucede es que nos colocamos una venda en los ojos y no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor. ¿No dicen que el amor es ciego? Tal vez los ciegos somos nosotros y le echamos la culpa al amor. Lo adecuado sería de vez en cuando revisar la vista y así tratar de evitar futuros sobresaltos.

Y es que estoy muy confusa en estos momentos. No entiendo por qué ha pasado todo esto. ¿Y si es culpa mía? ¿Y si ese cambio lo provoqué yo? No lo sé; lo único que sé es que el no era así. Ese no es el chico que me enamoró. El que me hizo comprender que era capaz de sentir más allá de la piel, de los complejos, de los clichés sociales y de las teorías que no le importan a nadie. El logró que confiar en mí no fuera una lejana fantasía, sino una valiente realidad. Puso la primera piedra en la estatua de sentimientos en la que me he transformado y con la que empiezo a sentirme un poco mejor.

¿Es verdad que se fue? ¿O solo era un disfraz?

Cuando piensas en alguien, lo puedes hacer de dos formas: sumando los recuerdos que te dejó hasta ese día o quedándote con la última visión que has tenido de él o ella.

¿Cuál es más real?

Probablemente, la primera. Sin embargo, es más habitual caer en la segunda. Al menos, a corto plazo. Tendemos a quedarnos con la última imagen que tenemos de esa persona. Para bien o para mal. Y muchas veces nuestro amor o nuestro odio dependen de ese último encuentro, sin contar con cada uno de los fotogramas con los que se construyó la película.

A partir de ahora, ¿qué? ¿Cómo se supone que debo actuar?

Hay muchas opciones, pero todas a medias. Ninguna será definitiva,ninguna conseguirá solucionar el problema. En ninguno de los casos me sentiré bien y con ninguna medida me restableceré de lo que está pasando. Si duermes, te arriesgas a tener pesadillas. Pero es imposible vivir sin dormir.

Por lo tanto, todas esas opciones son falsas opciones.
Aunque de alguna manera hay que comportarse.

En el juego de la vida gana el que es feliz, aunque es posible que todavía a nadie le hayan dado el primer premio.

Decisiones;

Me siento como si estuviera incubando un virus y fuera consciente de que en cualquier instante se expandirá por el interior de mi confuso corazón.

El problema está en si me quiero curar. En si quiero ese antídoto antes de enfermar de verdad. Porque una vez que consiga sujetarme no lograré deshacerme de él.

Así es el amor. Te engancha y te suelta a su antojo.
¿Tengo opción de elegir?
Posiblemente, no. No manda la razón. No seleccionas tú. Es tanto el poder de ese virus que, si te atrapa, no te suelta.

Sólo queda luchar contra él. Poner remedio. Mostrarte firme y ahuyentar la debilidad. Si eres débil, si te dejas llevar, habrás caído en la red.
No sé si estoy en condiciones de enamorarme de otra persona. No creo que tenga derecho a que se me iluminen los ojos mirando otros ojos.

Entonces, ¿es una prueba?
¿Una lección de fortaleza?
¿Un cambio de dirección en mi vida?
No estoy segura. Solo sé que deseaba ese beso.

Cuando se acercó a mi boca, cuando respiré su respiración. Cuando escuché latir a toda prisa su corazón, quise probar sus labios.

Y el, ¿me quería besar?
No sé si está jugando. Si sólo soy un reto. Una diversión para alguien que puede divertirse con quien quiera. Ésa es la impresión que me da. Aunque diga que sueña conmigo, que tengo los ojos bonitos, que piensa en mí... No me lo creo. No creo que un chico así pueda estar interesado en alguien como yo.

¿Es posible que me esté enamorando?
Me siento culpable por estar divagando sobre una nueva aventura. Sobre todo, sin haber cerrado por completo otras anteriores. Me siento mal por no ser clara. Por no cerrar los ojos y verle abrazado a mi. Por no escuchar fuegos artificiales al rozar sus labios. Estoy mal por no quererle como al principio.

No sé que debo hacer. No es fácil tomar decisiones. Decisiones tan importantes como para determinar con quién quieres soñar por las noches. Decisiones de las que dependerá dónde das un beso o si tus caricias van más allá de la piel.


Decisiones que marcarán mi vida y para las que no se si estoy preparada.

martes, 6 de enero de 2015

Siempre existen secretos.

Te tenía abandonado. Hacía varias semanas que quería sentarme delante del ordenador y contarte lo que sentía. Pero unas veces por falta de tiempo, otras por falta de compromiso, me terminaba rindiendo y dejaba pasar la ocasión. Pero hoy no. Hoy he decidido continuar hablándote de mí. De lo que siento. De ese cosquilleo que invade mi estómago cada vez que tengo algo que contarte. Me apetecía teclear mis pensamientos como hacía antes. Escribir desahoga, te da valor. Al menos a mí, que sigo siendo una tonta introvertida y me cuesta expresarme.

Ya lo sabes, mi secreto fue revelado. Ahora se han enterado de quién soy y qué soy. Fue una gran liberación personal y un alivio insuperable. Pero ¿quién no se guarda algo para sí mismo? Siempre existen secretos. Siempre. Todos tenemos algo que ocultar. Así que, aunque desvelé el mayor de ellos, ahora vuelvo a esconder un pedacito de mi historia en un baúl invisible cerrado con llave. Una llave que sólo yo sé dónde está guardada, que sólo yo puedo encontrar.

Bueno, para ser sincera, no sólo yo. Hay alguien más...

El amor es tan complicado. En unos meses puedes pasar por todos los estados inimaginables. Puedes querer a alguien y no ser correspondido. O justo lo contrario. En ambos casos hay dolor. Se pasa mal. Esa persona, la otra, no siente lo mismo que tú, en cualquiera de los dos sentidos del camino. Y sin embargo, está ahí. Existe. La ves, hablas con ella. Aguantando ese dolor interno por el rechazo o sintiéndose culpable por no querer de la misma forma. Sólo el tiempo cura ese mal. Y, a veces, ni si quiera el tiempo es el antídoto y el dolor dura para siempre.

Pero ¿y cuándo el amor es correspondido?

Cuando el amor es correspondido, todavía es más complicado. Y duele igual o más. Aparecen los celos, las tentaciones, los malos entendidos..., las dudas. ¿Seguirá sintiendo lo mismo? Y yo, ¿siento lo mismo que el primer día?
Cuando las dudas se apoderan de ti, el amor que era correspondido se transforma en preguntas. Decenas de preguntas que quizá no tengan respuesta.

Ni los besos saben igual de un mes para otro.

Sin embargo, y a pesar de todo, las ganas por querer persisten. Aunque sólo vivas de los recuerdos. De esos recuerdos que serán eternos hasta que vengan otros recuerdos que los sustituyan.


Me está pasando a mí, pero no soy ni seré la única.